Esta entrada está
especialmente destinada a tratar el tema de los Navegadores y Buscadores de
Internet, ya que las sesiones de clase de esta semana se han
desarrollado en base a dicho tema.
Para comenzar voy a
comentar la diferencia entre un navegador
y un buscador: el primero es un programa que se debe instalar en el ordenador
para acceder a cualquier sitio web en Internet; mientras que un buscador es un
sitio web al cual se accede a través de un navegador, y que te permite
encontrar otros sitios web, imágenes o información; esto se lleva a cabo a través
de palabras claves que se insertan en la búsqueda. Entre los navegadores más
conocidos encontramos Internet Explorer y Mozilla Firefox y, en cuanto a los
buscadores, podemos encontrar Google, Bing o Yahoo, entre muchos otros.
Pues bien, tanto el
navegador como el buscador son necesarios y facilitan la “navegación” por
Internet, por ello es preciso conocerlos y tener una cierta base para su manejo,
requisitos que no siempre se cumplen, ya que los usamos continuamente pero se
desconoce en qué consisten y cuál es su funcionamiento, como por ejemplo era mi
caso antes del desarrollo de estas sesiones.
Debido a lo
comentado anteriormente, considero que los navegadores y buscadores de Internet
son imprescindibles para obtener de un modo sencillo, cómodo, rápido y fácil,
toda aquella información y contenido que se requiera. Por este motivo también
son muy importantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que permite,
tanto al alumno como al profesor, obtener información así como otro tipo de
material didáctico que se puede complementar con libros, revistas, diarios,
etc.; además, también permiten que puedan estar en permanente contacto. De
manera que creo que es de especial relevancia educar a ambos, profesor y
alumno, en las funciones y manejo de los navegadores y buscadores.
Sin embargo, un
aspecto menos positivo que debería de tenerse en cuenta a la hora utilizar
estas herramientas, es la gran cantidad de información que podemos obtener
sobre un mismo contenido, ya que mucha de ella podría ser “información basura”,
es decir, información equivocada o nada relevante respecto a lo que se busca. Por
ello, creo que también sería imprescindible que se educara a los usuarios para
detectar y seleccionar aquello que realmente les es útil.
En clase también hemos
tratado otro tema: los cookies, considerados como un
problema de los navegadores. Éstos son una pequeña pieza de información enviada
por un sitio web, que es almacenada en el navegador del usuario del sitio. Sus principales funciones serían llevar el control de usuarios, así
como conseguir información sobre los hábitos de navegación de éstos. Por dicho
motivo puede causar problemas de privacidad, sin embargo, hay un procedimiento
para borrarlos y éste lo hemos aprendido en clase. De este tema de los cookies,
me gustaría comentar que, desde mi punto de vista, sí que puede crear problemas
de privacidad, pero también pueden ser muy útiles, por ejemplo, para conocer
los sitios webs que frecuentan los niños, pues si un padre o madre tiene un
poco de conocimiento sobre informática podría seguir el historial de páginas
que su hijo visita o, en casos extremos, como por ejemplo en el de un pederasta,
por medio de los cookies podríamos saber qué páginas frecuenta y descubrir más
sobre este tema; por tanto, sí que podría ser perjudicial por no salvaguardar
la privacidad de la persona, pero en otros casos podría ser muy útil y
beneficioso.
De manera que, como conclusión
final de esta entrada, me gustaría comentar que es imprescindible educar en el
uso correcto de estas dos herramientas con el fin de sacarles el máximo
provecho, ya que nos posibilitan y facilitan la navegación por Internet y el
acceso a cualquier tipo de información o documentación que necesitemos;
ampliando de este modo nuestros conocimientos y permitiendo resolver nuestras
dudas, intereses e inquietudes de un modo rápido y sencillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario